miércoles, 14 de noviembre de 2012
jueves, 9 de agosto de 2012
viernes, 6 de julio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012
- Musak y a la mierda (Benedetti)
- Ahí, pero dónde como? (Cortázar)
- Cada quién hace de su culo un candelero (Papá).
jueves, 22 de septiembre de 2011
NO EN LA BLA.
Siempre que imploraba, le hacía caras desde lejos, en un idioma indescifrable como los que se usaban en el futuro. Entendíanse al momento de la cópula, pues sólo uno eran ambos; fijos y relegados, vistos desde afuera como imbéciles que se descartan al volver la hoja y revisar los clasificados. Una cópula tan pura, tan sucia como la mayoría de las discrepancias de su vida, de la mía y de la de todos que al momento sólo se vienen al pensar en lo máximo, sólo resienten lo supremo y no supieron que era de ladrillo, que era una danza ridículamente sensata y pensada pelo a pelo, poro a poro.
No importaban esos ojos que simulan ver lo que no ven: No pueden... ese iris ballenero que lo agranda y los desmiente, no los deja a solas y se ríen, y era de carne; tan pulpa que al mínimo frote la sangre empezaba a manar por borbotones. Ellos, ellas, yo y tú que no los vimos pequeños, temporales ni entusiastas, sólo una pareja que pretende emparejarse al gozar con ese beso la mano que no la toca ni el placer de su complemento inanimado.
No pudieron vernos más... les resultamos inexistentes; una ilusión colectiva producto de un síntoma contrario, terminal, matrero; le dolieron mis carnes, fui violado al no poder moverla, me hizo suyo con el ridículo de los que ven, de lo que ven lo que se les da y no lo entregan pues expiran. Dejemos que el tiempo pase en reversa y me detuve cuándo quisieron así de inquisidores con sus prismas y dolores, blanco del blanco y esa mano tuya que se raspa en frente mío con tu abrazo... el de ellos. No pares, para, usa el cincel, quita el blanco que dicernirán: Qué putas es todo esto?
Qué gente loca esa... que se para frente a todos, para llamar la atención tras esos capítulos rosa que me pierdo en la novela, la de las ocho... no la ví por estar pendiente de lo que pasa ahí con esos locos que no paran y ya no tenemos decencia; que nos enjuicien si es preciso, pero no nos detendremos hasta que raye el alba y le pregunte al de la caseta que porqué es que no han pintado, que si de blanco es mejor y será que hoy viene... viene o me voy al carajo, ya ando rota y desgastada por los dedos de otros miles, por cucharas cascarosas, que ya voy amor, que ya estoy llegando, que sé que no te mueves y por eso me demoro. Hay mucha gente cerca y hay que aprovechar las lecciones al día del descredo y fulgor cretino: Quítame la ropa de ahora en más !
Gente, gente y más gente... una vida desocupada por la indolencia de un reposar último... irrumpir en la calma crea dependencia a la pasividad, se muere el alma, se da vida a lo des-vivo. Qué sea productivo el dios te salve ... que nos salve a todos ellos que preguntan por paredes y mujeres, lienzos que reclaman ser
pintados
de
blanco.
Se firma con un punto; E L U N O E N L A B L A N C A P A R E D.
lunes, 30 de mayo de 2011
Qué se opina de los lagartos cada vez que se derriten... seguramente no hay absolutamente nada que decir al respecto; son como los vampiros que saben a aguamiel. Cada vez que hace sol, los vestigios de los padres se hacen inconcebibles, se parten en átomos fluorescentes que redimen todas las culpas con la terapia de la carcajada. Inestable siempre se es, estaba, intempestuoso, usureramente recatado. Como los vampiros de agua miel. Salen a tomar el sol; consecuencia: Los raya; Corolario: Los ejecuta y los tiñe de parchecitos rojo-oscuro.
Qué se opina de los vampiros que saben a aguamiel... seguramente hay relativamente todo que decir al respecto; se recogen en sus cofres, su jofaina y se duermen taciturnos a la espera de su noche. No quieren ser ejecutados, no más. Cada despertar es el último de los primeros, nubes de plasma inundan su piel calamitosa, fotosensible, famelia de la noche y su primera esclavitud que se sopesa gramo a gramo en todo lo que les da la gana. Consecuencia: No les da la gana; corolario: Se devoran por su estómago.
Para qué todo este absurdo de lagartos de aguamiel que se derriten cada vez que se sientan en sus cofres al salir el sol. Irreverencia clandestina. El universo los alaga con la masturbación de su inconsciencia. Se hacen existencia pura, soslayada por el papel que hubo de parirlos mañana. Son vasos que deben permanecer inamovibles, se riegan, se esparcen por los mares de sustancias varias; se evaporan por los sifones al descamarse con los complementos. Qué bucle de almas varias... que botella desadentrada, desafuerada, descualquierada... por ende objetiva. Un nacimiento de dos encías hinchadas, desbocadas en cigarros y multiplicadas por su flotante humareda en el contenedor del vaho diluido. Marcado, para evitar los regaños y/o retos de su elocuencia difundida.
Grande goce del ser incomprendido... ergo consecuencia y resultado de la excusa de su comprensión. Metáfora insinuante de delicias que se emanan en aletas, colmillos y otro apéndice que no aparece pues se hace de día y el cofre ya lo aguarda. Sencillamente son entes nocturnos, que al ser diurnos refutan la noche para empalagarse con los villancicos de la luna regordeta que exuda insultos para quemarlos con sus irradiaciones. A fin de cuentas es ladrona y nos le ataca con botín ajeno, le pensó mañana y lo putió con sus no manos de niño anciano. Des-ser, no-lagarto des-vampiro. Antígona de batallas, cascabelera y no supimos que será.
Lagarto, oye a tus padres derretidos, son verdes como el caldo en el que nadas. Dile que ya los odias por todo lo que te amaron. Des-ámalos y llévalos a la existencia plena por las vías de la omisión. Des-piensalos, chúpales la sangre como el hematófago que te dicta. Ríete de lejos y siéntense de lejos con la botella de ese vino que no se encuentra sino en las venas de los mercados de los chinos. Úngete con la monotonía peregrina del lagarto, pues lagarto ya des-eres, te vives vampiro... la vida es de no vivir.
No lo decimos yo... lo dicen las encuestas.