martes, 1 de septiembre de 2009

GLÚCIDOS

Nacido en frenético hiperespacio
grita pues a viva voz con locuaz galanura
en la búsqueda de ese elixir califragilistico
a rayas montaraces, esperando siempre
el impávido comienzo de un final circunscrito
en la más lánguida periferia de intangible caparazón.

La lucha por la desdeñosa parsimonia
en fila india hacia el gnomon
flaquea a calmas luces la dramaturgia epicena,
con abúlicos remezones y tintes multicolor.

Es eso entonces de más nunca,
peyorativo en la adusta, ficta y anacrónica.

En la lozana ambiguedad de la existencia,
abyecta en visperas de disyunta intersección.

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