Se sumerge entonces en plásticas
piezas remembradas en suspiro inocuo
de carencias voluntarias.
Un error... efímero;
les recuerda a todos los yo
que la perpetuidad es frivolidad
con pan y mermelada.
Los conceptos esmerilados
desdibujan los holocaustos
sin dar previo aviso a sus
detractores, para negar lo que sucede,
entre los gritos y consignas
de los cientos, de los miles,
de los nuncas, de los somos.
La nostalgia y sus hermosas
ambigüedades color de piel
y luz de media noche; tan escasa
como la dualidad entre tormenta
y desazón.
Mas sazón es menos,
sustraída a pixelazos
en sus écrans... sus toi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario