jueves, 22 de septiembre de 2011


NO EN LA BLA.



Y de qué pensaba, sino en procrear con ambición postrera en la ráfaga que iluminada, enfocaron sus padres al darle a luz su noche, la misma que se inventó día tras día con la caída del sol y el escondrijo de la sutil montaña que no existe y destiende irremisiblemente esos soliloquios de desenfreno a los cuales se entrega siempre que nos reside... ahí y desde entonces; como en el azar, como en las paredes, como aquel capricho que pasó un día; llegó a constar de una hora y terminó en sesenta segundos.


Siempre que imploraba, le hacía caras desde lejos, en un idioma indescifrable como los que se usaban en el futuro. Entendíanse al momento de la cópula, pues sólo uno eran ambos; fijos y relegados, vistos desde afuera como imbéciles que se descartan al volver la hoja y revisar los clasificados. Una cópula tan pura, tan sucia como la mayoría de las discrepancias de su vida, de la mía y de la de todos que al momento sólo se vienen al pensar en lo máximo, sólo resienten lo supremo y no supieron que era de ladrillo, que era una danza ridículamente sensata y pensada pelo a pelo, poro a poro.

No importaban esos ojos que simulan ver lo que no ven: No pueden... ese iris ballenero que lo agranda y los desmiente, no los deja a solas y se ríen, y era de carne; tan pulpa que al mínimo frote la sangre empezaba a manar por borbotones. Ellos, ellas, yo y tú que no los vimos pequeños, temporales ni entusiastas, sólo una pareja que pretende emparejarse al gozar con ese beso la mano que no la toca ni el placer de su complemento inanimado.

No pudieron vernos más... les resultamos inexistentes; una ilusión colectiva producto de un síntoma contrario, terminal, matrero; le dolieron mis carnes, fui violado al no poder moverla, me hizo suyo con el ridículo de los que ven, de lo que ven lo que se les da y no lo entregan pues expiran. Dejemos que el tiempo pase en reversa y me detuve cuándo quisieron así de inquisidores con sus prismas y dolores, blanco del blanco y esa mano tuya que se raspa en frente mío con tu abrazo... el de ellos. No pares, para, usa el cincel, quita el blanco que dicernirán: Qué putas es todo esto?

Qué gente loca esa... que se para frente a todos, para llamar la atención tras esos capítulos rosa que me pierdo en la novela, la de las ocho... no la ví por estar pendiente de lo que pasa ahí con esos locos que no paran y ya no tenemos decencia; que nos enjuicien si es preciso, pero no nos detendremos hasta que raye el alba y le pregunte al de la caseta que porqué es que no han pintado, que si de blanco es mejor y será que hoy viene... viene o me voy al carajo, ya ando rota y desgastada por los dedos de otros miles, por cucharas cascarosas, que ya voy amor, que ya estoy llegando, que sé que no te mueves y por eso me demoro. Hay mucha gente cerca y hay que aprovechar las lecciones al día del descredo y fulgor cretino: Quítame la ropa de ahora en más !

Gente, gente y más gente... una vida desocupada por la indolencia de un reposar último... irrumpir en la calma crea dependencia a la pasividad, se muere el alma, se da vida a lo des-vivo. Qué sea productivo el dios te salve ... que nos salve a todos ellos que preguntan por paredes y mujeres, lienzos que reclaman ser

pintados
de
blanco.

Se firma con un punto; E L U N O E N L A B L A N C A P A R E D.

lunes, 30 de mayo de 2011

HOLOGRAMA CON NO MANOS.

Qué se opina de los lagartos cada vez que se derriten... seguramente no hay absolutamente nada que decir al respecto; son como los vampiros que saben a aguamiel. Cada vez que hace sol, los vestigios de los padres se hacen inconcebibles, se parten en átomos fluorescentes que redimen todas las culpas con la terapia de la carcajada. Inestable siempre se es, estaba, intempestuoso, usureramente recatado. Como los vampiros de agua miel. Salen a tomar el sol; consecuencia: Los raya; Corolario: Los ejecuta y los tiñe de parchecitos rojo-oscuro.


Qué se opina de los vampiros que saben a aguamiel... seguramente hay relativamente todo que decir al respecto; se recogen en sus cofres, su jofaina y se duermen taciturnos a la espera de su noche. No quieren ser ejecutados, no más. Cada despertar es el último de los primeros, nubes de plasma inundan su piel calamitosa, fotosensible, famelia de la noche y su primera esclavitud que se sopesa gramo a gramo en todo lo que les da la gana. Consecuencia: No les da la gana; corolario: Se devoran por su estómago.


Para qué todo este absurdo de lagartos de aguamiel que se derriten cada vez que se sientan en sus cofres al salir el sol. Irreverencia clandestina. El universo los alaga con la masturbación de su inconsciencia. Se hacen existencia pura, soslayada por el papel que hubo de parirlos mañana. Son vasos que deben permanecer inamovibles, se riegan, se esparcen por los mares de sustancias varias; se evaporan por los sifones al descamarse con los complementos. Qué bucle de almas varias... que botella desadentrada, desafuerada, descualquierada... por ende objetiva. Un nacimiento de dos encías hinchadas, desbocadas en cigarros y multiplicadas por su flotante humareda en el contenedor del vaho diluido. Marcado, para evitar los regaños y/o retos de su elocuencia difundida.


Grande goce del ser incomprendido... ergo consecuencia y resultado de la excusa de su comprensión. Metáfora insinuante de delicias que se emanan en aletas, colmillos y otro apéndice que no aparece pues se hace de día y el cofre ya lo aguarda. Sencillamente son entes nocturnos, que al ser diurnos refutan la noche para empalagarse con los villancicos de la luna regordeta que exuda insultos para quemarlos con sus irradiaciones. A fin de cuentas es ladrona y nos le ataca con botín ajeno, le pensó mañana y lo putió con sus no manos de niño anciano. Des-ser, no-lagarto des-vampiro. Antígona de batallas, cascabelera y no supimos que será.


Lagarto, oye a tus padres derretidos, son verdes como el caldo en el que nadas. Dile que ya los odias por todo lo que te amaron. Des-ámalos y llévalos a la existencia plena por las vías de la omisión. Des-piensalos, chúpales la sangre como el hematófago que te dicta. Ríete de lejos y siéntense de lejos con la botella de ese vino que no se encuentra sino en las venas de los mercados de los chinos. Úngete con la monotonía peregrina del lagarto, pues lagarto ya des-eres, te vives vampiro... la vida es de no vivir.


No lo decimos yo... lo dicen las encuestas.


domingo, 24 de abril de 2011

FRAPPÉ.


Cada enlace se surte antagónico ante

la vespertina que se hace ambulatoria

semejante intemperie...

y yo que la miraba tras las cortinas.


No se ha de interponer en sugerencias,

burbuja a burbuja,

cada plato enmascara un asesinato,

junto con sus dedos que se parten

semejanzas con el hielo,

con el contacto acuático;

cada azul que se cubre y una lápida se resquebraja.


Sobémonos pues con el papel

tinta-frappé, huevos de orozuz

habremos de ser cuchillos.

MANUAL DE AUSENCIAS: SALMO SOLEMNE.


Quiero hacerme el amor, quiero desgarrarme en interruptos para buscarte a ti cada vez que me miro. Deseo mis abrazos cada vez que te tocas pensando en mi y abusando de mi carácter representado. No quiero que nos pidamos permiso y abolamos la distancia con conjuros prohibidos, recurriendo a la amalgama para desdoblarse y hacerse uno mediante la dualidad. He de frotar tus senos cada vez que me toco los ojos y has de incitar tu fuego con el escaso hálito de mi mirada cadenciosa. Te ordeno y me reclamo tuyo al rasgar tus bragas con el furor del pensamiento y prender en hielo el exordio de mi influencia sobre el cáliz de tu ser.


Me masturbas cada vez que mi vagina se humedece y tu pene frondozamente mira con altivez el cielo, cielo que se nubla cada vez que la leche tus senos se sintoniza con el calor que hay en mis labios, tus labios, nos labios. Si no te pienso es por que reclamo con indiferencia le verdad de tu húmeda existencia en singularidades de vigor tumultuoso, esquinas varias, salones píos y la complicidad de tantas noches insistentes. Quiero que eyacules en mi boca y mi vagina con tu pene descarado... mis cumbres te maldicen cada vez que tu te alejas. Eres mía mujer-hombre, soy tuyo como hombre-mujer. Mutila mis-tus sexos con injurias delicadas para luego profanarnos en los juegos del amor.


Te odio cada vez que me da la gana y te deseo con la ausencia para imponer mi falta de deseo... mentira absurda si he de vernos a los ojos con las lágrimas de las ventanas que se burlan de mi desnudez. Te amas cada vez que a ti te place y con correas en tus manos gritas mi nombre entre los fluídos de tu falda-pijama. Mirame con la ira, acariciame con los golpes de tus labios, pervierte mis castos lóbulos con la indecencia de tus pestañas, impregname el virus de tu inmanencia para hacerme sien en la cabeza del bombom bum de tu lascivia.


Nos deseo, te deseo, te deseas; me deseas, me deseo. Haré que mi dulzura se inflame como picadura extraña en los brazos del foráneo. Tócate nuevamente, con fuerza, despacio... que tu clítoris grite mi nombre como el himno de los cielos. Que mi glande devenga en bulbosa boca que sólo sepa un idioma, una palabra... la palangana de tu nombre. Así haremos la mandala, así seremos dios.


lunes, 14 de febrero de 2011

CIRCULAR No.5: PAPEL.

En vista de las actuales circunstancias, he de presentarme ante ustedes como alguien que no quiere ser presentado, un núcleo básico que no quiere ser descrito de ninguna manera y por demás prefiere omitir su nombre. Sólo ha de declararle que en una prolija actuación pretende revolucionar sus espacios para vos que atento le miras. Un cúmulo de reflexiones varias inundan una cabeza pretendida por los cánticos de algún agelata que sin cuerdas en guitarra ha de proclamar sus himnos al espacio infinito que lo merece. Nadie puede asegurar entonces que nunca es de alguien, que siempre no termina y que las frases se deslizan en un plano destornillado a carcajadas por las necedades de las reglas que impones: pues a lo sumo quien las sigue es por que así lo quiere y cómo mansa cabra expone su yugular al cielo para que se me encaje la daga perpetua de los cielos. Las aves cantan mientras suena en tu aparato ese nuestro mío tuyo blues de él, inundando con sus aguas la interesante lluvia de un otoño que tanto le merece. Antes y después son sólo frases de apagón (cómo el de anoche) y simplemente se hacen complejas. Estudiaba tanto... reclamaban como suyo de los otros, ese cándido y concupiscente amparo de los miles, quizás no en físico, sin embargo al estar ya no lo está. Qué es un lienzo? Hombre, que querés que nos digan! Cadáveres, antinomias, irrespetos? Bueno, ella nació en occidente, es burda por naturaleza. Le prende el chicote y nada más le hace señas de perdida entre las callejuelas de sus ojos disconexos y sedientos de sí mismo, los demás y de ella. Siempre burlona entre amarillos, cómo las enjutas flores de mi parqueadero... dónde están sus carros de 3D, nos le recuerda con chillidos que se recalienta por ratos al echarle el agua de sortilegios y camándulas. Nuestros abuelos nacieron en un año de 1909 y qué más da! Siempre que te miro estás encima, por ende ya no estás arriba cantando con tus Prismacolor y violando mis tus nimbados tatuajes de fábrica, apartados uno a uno por las destellos de una convención imaginaria, que al final y en principio no convienen y por llantos ya se pierden por momentos, en esa la diminuta esfera del desorden programático que pincha y descalabra con todo el miedo al son del negro que se sube al bus y nos embriaga con bagatelas comerciales: Cuándo se bajen se van a dar cuenta si los tumbé!! y, sí, los tumbó por qué no le compré nada y en suma salió victorioso... negro hijueputa, ganador de cualquier moneda, cualquier metal y una que otra medallita de la virgen. No pensar en el tacto hace que me nos doblemos y sirvamos de servilleta a las sus imaginaciones y vagabundeos de momento, cómo una sórdida trabajadora pesticida... tócate que la reclamo, es de él por izquierda, siémbrale las semillas de tus sueños y déjalo que se pierda cada vez que le da la gana; por que así es el mundo... cómo todos los demás.


Me vamos a enajenar, ya verás, aguarda con sapiencia que de todo este cuento no va a quedar sino la estera... aguanta, retén el parto que en unos cuántos siglos de mercurio se abrirán mis ojos; los de atrás , los de la espalda, los de otraparte. A tí que no nos jodan que ya casi llego, cómo la sabia de los árboles de quién sabe, cómo los cielos de veneno de aquímismo. Danos cigarrillos de elocuencia para que siga deseándola en pinturas, rabiosas, estertóreas e inclementes, entre las múltiples llenuras de comida y pensamientos. Sí, lo ví nacer y lo senté entre mis piernas, sabiendo que el final estaba en el principio de las cosas y que no debía alejarme más de dos cuartos de vergüenzas, las verguenzas de mis esfinteres que entre tanto, y de tanto en cuánto exigirán su escape al adentro de mis afueras... niño hombre que te ríes de mis caracolas, mi sombrero y mis presagios, un atardecer de mis mañanas y un relojito que me dice ya te vas... te tatué sin ningún agravio ahora que estoy no estando; tábula rasa? Qué va, no molestes y échate a morir en las camas de un baldío. Ya no me nos hablamos, no hace falta si cada vez que nos teletransporto te grito nos salvé y hace frío, ya camino y la boca le sabe a bombombún, tócate las gónadas para siempre... ya no son suyas ni de ella, qué le metan un tiro si se atreve, no me la plasmes con los orgullos.

Nos miro, soy la breve... que le hace lo que nos dice, porqué los arrugué si por de menos se la he de sentirnos blanca, azul, ocre y con destellos de amarillo. Un bicho que planea, un tacto que a ella lo augura.


Revolviendo las disidencias encantadas y bueno, con dolor de sus cabezas, para qué aportarnos si cada vez el la última de esas veces en las que jamás siempre y hasta luego. Abrense las puertas p a r a n ó i c a s, intrigas y s i n p r e o c u p a c i o n e s. Bastaderamploneríasburdas, me la pegaré si lo siento al despreciar los gallos móviles.


Bueno, he de presentarme...


CIRCULAR No.4: SOTTISE.

Se amaban todos juntos para sí, sintiendo cómo me decapitaba en intrigantes estornudos de parte de su cien íngrimo vestigio deestupidosengrimas sin miedo a sus miedos y los segundos corren elucumbrante degomorfo. Siempre él sintiéndola a ella en prolegómenos deseosos de sentir el frío al calor de la flama de adán. Me deseo a tí mismo, siempre descubierto en las tordecillas del nunca pensado y des-etilizado. Una ninguna nulificación de eso mismo que nos metía sin parar... una y otra.

cabizbajos y con flores a su centro-alrededor; espectáculo divino de las alforjas de evangelios procedistas;en que la repugnábamos y asentía con su-la mísera cabeza en pro de su eso en simples desnucias. Un orden desaropado inclusive para nos-sus cabellos color púrpura y decamerón de los difer-iguales intemperies de su glosa nacarada.

Quién deforma la escritura...Apollinaire

Quién destroza el tiempo en intermedios... Cortázar:

Nunca se sabrá cómo hay que contar esto, si en primera persona o en segunda, usando la tercera del plural o inventando continuamente formas que no servirán de nada. Si se pudiera decir: yo vieron subir la luna, o: nos me duele el fondo de los ojos, y sobre todo así: tú la mujer rubia eran las nubes que siguen corriendo delante de mis tus sus nuestros vuestros ojos.

Las babas del Diablo.

Cómo apostarle al vacío, estando tan lleno? (En eso estoy).


sábado, 29 de enero de 2011

CIRCULAR NO.3: ETHOS.

Hay tantas cosas que quiero decirnos y ninguna de sus palabras resulta la correcta para liberar del destierro ese fallo de autenticación, tan disconexo ya por instantes que restringen en malos augurios la diáspora de unas sencillas reflexiones montañeras: Entrecruzadas unos tras otros entre bucles sin ninguna de sus palabras sin ninguno de uno de tantos.... claro. Nada es tan sencillo cómo parece, tan elemental para sentir ese fuego plañidero que se posa entre las sienes de él y destrozar cada uno de sus yo. Que se puede decir cuándo la lengua es muda y los ojos se caen en herrumbre, elucumbrados por eso que sin des-pensarlo se denomina corazón y un espejo que no acalla con sus múltiples imágenes el desfogue de sensaciones descaradas por no estallar en otra cosa. Bah, siempre desdeñoso y fundido en un tambor de especulaciones, un temor que hace filo cada vez que se le piensa y se le dibuja en los planos de la auto-destrucción. Esto no es más que un vómito de mierda sin reír, aquél vomitivo que se deshace que deshace los múltiples cuerpos y una adusta abdominal de carácter festivo. Vale poco o nada. Qué me fusilen todos los bananos anudados del mundo si los evangelios que proclamo no se vierten en mí cómo palabra divina, tan divina cómo lo que no creo y tan mundana que su simple ridículo se emplace con desparpajo entre las nubes sin ningún cura o similares. Tan débiles están que simplemente se recurren a las dudas adolescentes y a la insulsa hípica de las tareas de un hoy mañana. Impregnar con el vaho esa espiga de intención... nada simple, sin embargo puede llegar a ser tan eficiente como un básico placer masturbatorio en los momentos de desesperación: Sin pintar, los lienzos de la imaginación ya fueron lo suficientemente estimulados como para quedarse mirando desde lejos una y otra galería de los tales de otros días. Un discurso más profundo, más profuso, más de todo y más de nada reclama por entonces-después su plaza en ese óvalo de las ilusiones pobres, viles y sencillas... complicadas. Los espacios entre cúmulos de vacío no permiten existir en la medida en que al no medir miden y lo hacen con la pajilla más corta. Por qué no desplazarse en los complementos y dejar de pensarse tan sólo un infinito y así descubrir el placer del bouquet de la vergüenza, del despido de la norma y estamparse en un no espacio auto-reclamado y ambivalente. Siempre hay risas en los parques en los que no hay nadie, por la sencilla razón de que hay muchas más personas dentro al no estarlo que cuándo se están pensando, ocupando e irónicamente por un desdén que decanta en ocio, existiéndose. Hay ningunos que dicen crear por necesidad... nosotros somos los que pensamos que hay de aquellos días en los que se le hace por la necedad; y es que la necedad no es de todos los días, simplemente se les da la gana y con el mayor de los sentidos. Explicar es descarado, moralista ecuánime y si le place también hexagonal.. polimetrías de la serenata pasajera, una jitanjáfora entre líneas que al son del desprecio desabrido de unas estructuras definidas, se revuelcan en un pasado sin futuro; en la búsqueda de la metáfora perfecta para pintar en línea recta: Tal vez sea eso, no se trata de una angustia, una idea o un desfile, se trata de cómo encajar en línea recta un diván, un tiempo , un espacio, un llanto e incluso la más urdida de las tramas. Viva la no linealidad a la son de los complementos! Viva el poder de la creación mediante el desafío a la cuadricula! Viva el absurdo! Viva el absurdismo!!!.

UNA SEMANA MENOS.


Pensar por momentos en la inapetencia...

efímera congoja de apetencia hacia mí mismo.


Empero nunca se recurre a los ministerios,

evangelios u otra parafernalia de ortodoxia;

sencillamente la gana no da y se llena de

polleras salameras.


Sentirse lejos aún estando cerca,

una jitanjáfora intermitente, burla

loca de falaz siquiera, carpa en vera

de una voz que no me habla; la cabeza

se me parte.


Si se pudiera no poder,

un retroceso en sordo embrollo...


Y tú que no me miras, por qué no te has ido?


lunes, 3 de enero de 2011

CIRCULAR NO.2: GÜEVAS DE PERRO.



Toma tu voto y lárgate... haz de lo tuyo aquello que a nadie pertenece, pues de ellos es el reino de la gloria y los misterios del señor... uno de tantos, sin colores ni camarones, premuras y torrentes húmedos en un ciento de carraspera y una consecuencia irrevocable. Qué hacer con tantos ministerios, letanías y estertores si al final nuestros cristianos afamados nos obscultan con el recóndito calor de un puñal de carne... cómo si no fuera suficiente responder con las preguntas sin remordimientos, ni argumentos a favor o en contra. Ya se sabe que el saber es incierto y a un así se sigue haciendo de noche cada día; cada dios te salve maría le compra una parcela de cielo a un misógino o violador seriado y le cohíbe las sensaciones al tecleante inmaculado tras de sí... pixelado, cuadriculado y escoltado por sus siempre inexorables convolusiones de espíritu degenerado, en el sentido transformado, no pintado. Quién hubiera dicho que un simple escarnio fuera la panacea de un imaginario y cada vez que se percibe el golpeteo del martillo mitológico, se escapa sin argucias, argumentos o cualquier otra cosa que pueda parecer tener sentido; a la derecha u a la izquierda, en alguna lengua romance u algún otro equivalente genérico que con ambición en suma, resuma lo estructural del cielo y los otros siete tras un único pilar, la tan añorada aporía del irrespeto enmarcado en el roble del absurdo. Un comienzo más que descarado y sin fundamento, la partida como enclave de un navío que se pierde tras las olas de un mar jónico, descartando en su conciencia el pudor de los placeres y omitiendo de su empresa la alusión a Salamina.

No somos turcos, persas ni otomanos... somos hombres mujeres y niños estampados en las gotas del tiempo, el mismo que es irracionalmente compacto y elemento imprescindible de las relaciones del espacio... no hay que perderlo o nos molerá a palos, temiendo a la represalia de sus remedios como el comediante que me mira con su sarta de misterios. No quiero, ni querrás mirar atrás, si todo converge a un rectángulo y sus protuberancias, sus arenas, sus destilados. No quiero imaginar, los imaginarios colectivos enferman el alma del creativo y ensalzan las pasiones de lo que no puede verse y se evoca cada quién supiera... cada quién supiera reza el ademán; impidiendo que la abstinencia de sus incoherencias lo perturben, en campo santo, solaz laguna, galpón intermitente y melindroso que por no decir más se derrama como la pintura en muro virgen; erotizada y escamoteada la voz de un aparejo... nada de misterios en lo que se nos dé la gana, no hay que mentirse si se quiere matar a alguien, empuñando el cuchillo conocido y esparciendo la miseria a su campo sedicioso y magnánimo, canonizado y llevado al cielo, hecho figura de hiel hirviendo, en la jeta de una vaca relamida y natatoria, la criatura de las leches submarinas y explosivo vehículo de un dios esquivo y minúsculo, cómo la propaganda del pasquín de Demócrito. Pobre hombre... gentil y así quisiera ser lo mismo que de siempre nada tuvo, erizado en sus infamias cómo cantos tiene el pentagrama de la Guadalupe, otra esfera virgen que clama al cielo con sus infinitos misterios y por demás, su claustro de conveniencia y respeto; se podría decir que es un concepto oriental, opíparo empedrado de resurrecciones y apariciones, galgo alimento de un mareo cortesano, infame desperdicio de insistencia, siendo pues lo de antaño desplegado en el futuro (proyección de un producto) incomprendido y desgastado en incoloros peces desnutridos y trienales. Sólo un caspio estrambótico puede dar a luz un fogón al todo ya impotente; el único requisito, unas libaciones de entremés... unas güevas de perro.